Con un ambiente de calidez, reflexión y convivencia, la Biblioteca Pública Municipal Carlos McGregor fue sede de una entrañable sesión del Taller de Memorias, coordinado por el Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán. En esta ocasión, la propuesta consistió en escribir una “Carta a futuras generaciones”, actividad que despertó recuerdos, análisis y esperanza entre los asistentes.
Guiados por Joana García, joven facilitadora del taller, los participantes fueron invitados a recordar el Mazatlán de sus primeros años: su sistema educativo, el acceso al trabajo, la dinámica familiar, los retos sociales y económicos que definieron sus vidas. Esta evocación, lejos de quedarse en la nostalgia, se convirtió en una plataforma para enviar mensajes de aliento y consejo a quienes vendrán después.
Cada integrante del grupo tomó papel y pluma, acompañado del reconfortante aroma del café y el crujir de galletas compartidas. El ambiente fue íntimo y colaborativo: mientras unos reflexionaban en silencio, otros intercambiaban anécdotas sobre la transformación de la ciudad, la pérdida de valores comunitarios o el anhelo de un Mazatlán más solidario y justo.
La escena —que unió a adultos mayores, jóvenes y personal bibliotecario— evidenció el valor del pensamiento proyectado hacia el futuro, un ejercicio que fortalece el sentido de propósito y pertenencia. Las cartas redactadas no solo son una forma de diálogo intergeneracional, sino también una cápsula de tiempo emocional que quedará resguardada como testimonio del presente para quienes un día busquen entender el pasado.
Gracias al Instituto de Cultura al propiciar estos espacios, la memoria florece y la palabra se convierte en semilla para el porvenir. Pensar en el futuro revela la necesidad humana de trascender, dejar huella y ofrecer luz a otros.
