Una mañana de alegría y profundo aprendizaje marcó el verano de 2025 para los niños y niñas del punto de lectura “Mar de Palabras”. Su visita al Museo Casa del Marino (MUMMAZ) se convirtió en una experiencia inolvidable, llenándolos de sabiduría y hermosos recuerdos.
Ángela Camacho Mayorquín y María Félix Raygoza, las dedicadas líderes y educadoras de este programa gratuito que atiende a niños del Fraccionamiento Cvive y sus alrededores, guiaron a casi dos decenas de estudiantes en su primera visita a las instalaciones del museo didáctico. Para muchos, era su primer encuentro con la riqueza histórica y marítima que alberga este recinto.
Los anfitriones del museo, Roberto Flores, Verónica Baena, Tabatha Arce y Mariana Cázares, ofrecieron un recorrido especial a este grupo de infantes de entre cinco y doce años. Con gran detalle, les mostraron las cuatro salas y brindaron explicaciones claras en cada módulo, destacando la importancia de los atractivos de la nueva Casa del Marino.
Por su parte, Ángela Camacho Mayorquín y María Félix Raygoza, con gran imaginación, cautivaron a los pequeños con dos cuentos de temática marina mazatleca. El primero, “La historia de las 3 Islas”, narró el fascinante origen de las icónicas tres islas que se erigen frente a las costas de Mazatlán, una fábula que dejó a los presentes asombrados.
El artista Gaspar Velarde, invitado especial de las educadoras culturales, también formó parte de este recorrido, aportando su carisma y conocimiento al relatar parte de la historia del puerto en los puntos temáticos del “Fuerte 31 de marzo”.
Una Conexión con la Identidad Porteña
Esta visita cultural fue fundamental para el plan educativo de la dupla Camacho-Félix. El acercamiento cultural que brindan en cada sesión busca fomentar una profunda conexión e identidad con el puerto en los niños, reforzada por todo lo aprendido durante la experiencia.
“Les estamos haciendo una presentación de nuestro puerto, estamos haciendo actividades, poemas, cuentos, leyendas y mitos de lo que es Mazatlán”, explicó Ángela Camacho.
“Esta visita es un trabajo de un gran equipo, porque para nosotros es muy importante que tuvieran la cercanía con el mar y el contacto con la naturaleza del puerto”.
Naydelín Carrillo Martínez, una niña de 10 años, compartió su entusiasmo, y mencionó que la visita fue “muy enriquecedora y divertida”. Decidida a regresar con su familia, Naydelín afirmó que el Museo Casa del Marino es un lugar que “toda familia de Mazatlán tiene que visitar”.