Mariana Constantino, cuando la danza se convierte en visión, lenguaje y destino

Mariana Constantino, cuando la danza se convierte en visión, lenguaje y destino

Desde Torreón, Coahuila, Mariana Constantino llegó a Mazatlán impulsada por un deseo claro, profundizar su entrenamiento en danza contemporánea, abrir su cuerpo a nuevos lenguajes de movimiento y encontrar, en ese proceso, una voz auténtica dentro del arte. Hoy, tras culminar su residencia y egresar de la Escuela Profesional de Danza de Mazatlán (EPDM), Mariana no solo ha transformado su técnica y pensamiento artístico, sino que ha descubierto una forma de habitar el mundo a través del arte en movimiento.

Mariana es una creadora que ve en la danza mucho más que una disciplina escénica. Para ella, es medio de expresión, lenguaje poético y camino de vida. Y así lo demuestra con la solidez de sus ideas y la claridad de sus objetivos.

En la EPDM —escuela reconocida por su programa riguroso y profundamente contextualizado—, Mariana Constantino encontró no solo la formación técnica que buscaba, sino un entorno fértil para expandir su visión artística y entender su papel como generadora de discursos desde el cuerpo.

Uno de sus proyectos más destacados es el taller “CONTRA-PUNTO”, nacido dentro de la materia de Composición Coreográfica impartida por el maestro Víctor Manuel Ruiz. Esta propuesta parte de la exploración del jazz como técnica matriz, pero avanza hacia una búsqueda más profunda, una poética corporal que incorpore herramientas de la danza contemporánea para generar un discurso sensible, resonante y actual. Mariana sueña con llevar este taller por distintos escenarios de México e incluso fuera del país, acercando esta experiencia de creación a diversas comunidades y artistas.

Además de su enfoque pedagógico, Mariana Constantino desea retomar su labor como coreógrafa, creando montajes de danza contemporánea para colectivos, instituciones, festivales y espacios alternativos. Su capacidad para articular ideas coreográficas en colaboración con otros creadores ha sido parte fundamental de su formación, y hoy se proyecta como una creadora integral que sabe conjugar dirección, composición y sensibilidad escénica.

Mirando hacia el futuro

Mariana también planea fundar una productora que articule múltiples propuestas creativas, talleres, shows, encuentros de danza, residencias y más. Su visión, es clara, crear un espacio donde el movimiento y la creación colectiva sean motores de humanidad, lugares donde la danza no solo se vea, sino que se viva y transforme.

La historia de Mariana Constantino es un ejemplo del impacto transformador de la EPDM, institución que continúa formando artistas capaces de pensar, sentir y crear desde una mirada comprometida con su tiempo. Mariana es el reflejo de una generación que entiende que la danza no termina en el escenario, sino que se expande hacia la educación, la comunidad, la colaboración y el pensamiento crítico.

Con voz propia, con técnica sólida y con sueños en movimiento, Mariana camina hacia un futuro donde el arte será siempre su brújula. Y lo hace con la certeza de que el cuerpo también es territorio, y que desde el, se puede construir un mundo más sensible, justo y vivo.