Jalisco Brass ilumina con una noche de virtuosismo y emoción

Jalisco Brass ilumina con una noche de virtuosismo y emoción

La noche del viernes 14 de noviembre, el Museo Casa del Marino volvió a vibrar con el poder sonoro de los metales. Esta vez, el escenario fue tomado por el ensamble Jalisco Brass, un grupo que se ha ganado un lugar distinguido en la escena musical del occidente de México, gracias a su fuerza interpretativa, su sonido impecable y la energía que transforma cada presentación en una experiencia inolvidable.

Desde sus primeras notas, el público supo que sería una velada especial. La acústica del recinto, combinada con la calidez del mar de fondo, hizo que cada obra resonara con una profundidad única. Jalisco Brass interpretó un programa lleno de contrastes y color, que abarcó desde la majestuosidad de “Also sprach Zarathustra, Op. 30” de Richard Strauss, con su característico inicio solemne, hasta la intensidad y el dramatismo porteño de la “Suite de María de Buenos Aires” de Astor Piazzolla, en un arreglo que permitió lucir la potencia, sensibilidad y precisión de cada integrante del ensamble.

La noche continuó con una interpretación profundamente emotiva del tema de Cinema Paradiso, pieza que abrazó al público con nostalgia pura y que destacó por su fraseo delicado y su expresividad cinematográfica. Cada obra fue recibida con aplausos cálidos y miradas de admiración, pues el ensamble no solamente domina la técnica, comunica, respira y conecta como el interpretado Danzón No. 2 de Márquez.

Conformado por músicos profesionales con una sólida trayectoria académica y artística, Jalisco Brass se ha consolidado como uno de los primeros y más activos ensambles de metales del estado de Jalisco. Su trabajo incluye recitales, conferencias, participación en festivales especializados y colaboraciones con instituciones culturales que buscan difundir el repertorio para metales en formatos accesibles y de alto nivel.

Su estilo combina rigor técnico, creatividad interpretativa y una energía escénica que los ha llevado a presentarse en distintos foros de la región, siempre apostando por acercar la música de metales a nuevos públicos.

Para concluir la velada, Jalisco Brass sorprendió al público con dos piezas cargadas de orgullo regional: “El Sinaloense” y “Guadalajara”, momentos que encendieron el ambiente y provocaron sonrisas, palmas y ese sentimiento compartido de fiesta que solo estas melodías pueden despertar.

Antes de despedirse, el ensamble invitó al escenario al director artístico del Festival de Metales del Pacífico, Sebastián Cedillo, quien aprovechó la oportunidad para agradecer al Instituto de Cultura de Mazatlán y a su director Oscar García Osuna por el respaldo brindado a las actividades de esta segunda edición del festival. Sus palabras cerraron con un mensaje de unión y compromiso hacia el impulso de la educación y el desarrollo artístico en la región.

La noche terminó entre aplausos entusiastas y un ambiente de gratitud. Jalisco Brass no solo ofreció un concierto, regaló una experiencia sonora que reafirmó el valor de los metales y dejó claro por qué este festival se está convirtiendo en un referente nacional para músicos y amantes de la música.