La soprano Vanessa Gama (Premio Mozart en el Concurso Nacional de Canto “Carlo Morelli” 2025) y el pianista Elías Esparza ofrecieron un emotivo recital en la planta alta del Teatro Ángela Peralta, en el espacio dedicado a recordar el legado de la célebre artista mexicana. El concierto, que tuvo lugar la noche del viernes 4 de julio, rindió un sentido homenaje a Ángela Peralta con motivo de su 180 aniversario de natalicio, celebrado el 6 de julio de 1845.
El evento no solo deleitó a la audiencia con las composiciones de Ángela Peralta, que a los 20 años ya había sido ovacionada en los escenarios europeos, también educó al público sobre la multifacética vida de la primera la primera mexicana que actuó en el Teatro Scala de Milán, desvelando detalles fascinantes de su trayectoria.
Vanessa Gama, con una voz cautivadora, y Elías Esparza, con una sensibilidad notable al piano, guiaron a los asistentes por un recorrido musical y biográfico.
Gama inició el recital recordando que el nombre de Ángela Peralta era en realidad su nombre artístico, y mencionó su nombre completo: María de los Ángeles Manuela Tranquilina Cirila Efrena Peralta Castera. Destacó que, aunque se asocia fuertemente con Mazatlán, Peralta nació en la Ciudad de México. La soprano enfatizó el honor que representaba para ella y Elías interpretar las obras de una figura tan completa, quien no solo fue una cantante excepcional, sino también pianista, compositora, arpista y directora de su propia compañía.
El homenaje a El Ruiseñor Mexicano comenzó con la interpretación de “El deseo” la pieza que Vanessa más disfruta interpretar porque fue escrita en español y permite a la audiencia conectarse rápidamente con su contenido.
Entre las piezas interpretadas, Vanessa Gama presentó “Les Larmes” (Las lágrimas), una romanza en francés que explora las distintas facetas de las lágrimas, desde las de un esposo hasta las de una madre, hijo o hermano. Gama destacó la gran dificultad técnica de esta romanza, requiriendo una profunda expresividad para transmitir las diversas emociones que Ángela Peralta plasmó en la descripción de las lágrimas.
Explicó que Peralta inició su formación musical a temprana edad, descubierta por su maestro Agustín Balderas, quien le impartió clases de piano e idiomas antes de iniciarla en el canto. Esto permitió que muchas de sus composiciones fueran en italiano y francés.
Un momento destacado fue la interpretación de “Io t’amerò” (Yo te amaré), una romanza en italiano que describe el amor puro que eleva a una persona al paraíso. Gama compartió que al viajar a Europa aconsejados por una soprano mundialmente afamada, en Italia, Ángela y su padre buscaron al maestro Francesco Lamberti quien cada vez que la escuchaba exclamaba: “Angélica di voce e di nome” (Angélica de voz y de nombre).
La soprano también relató el temprano debut de Peralta a los quince años en el papel de Leonora en el Teatro Nacional en 1860, y su triunfo dos años después, a los diecisiete, al ganar el rol de Lucia de Lammermoor en el Teatro Scala de Milán.
La conmovedora romanza “La Huérfana”, con su título en español pero letra en italiano, emocionó profundamente. La pieza, explicó Vanessa Gama, no se encuentra en plataformas digitales, lo que la hacía un regalo exclusivo para los asistentes. Esta obra, por su temática tan triste y emotiva, demandó de la intérprete una gran capacidad dramática y control de la línea melódica para expresar el anhelo y la desesperación de la niña.
El concierto también incluyó las danzas para piano Sara y Margarita de su álbum de 1875, interpretadas por Elías Esparza. Vanessa Gama explicó que algunas de estas piezas fueron compuestas durante un período de pausa en la carrera de cantante de Ángela Peralta, tras su matrimonio con Eugenio Castera.
La emotiva “Adiós a México” fue presentada como un reflejo de la nostalgia de Peralta por su patria. Otra pieza vocal interpretada fue “Loin de toi” (Lejos de ti), cuyo título en francés contrasta con su contenido en italiano. La soprano Vanessa Gama advirtió que esta es una pieza sumamente exigente, pues Ángela Peralta la concibió incorporando elementos técnicos propios de las sopranos coloratura, lo que requiere un gran dominio vocal, agilidad y extensión por parte de la cantante.
Gama recordó la trágica visita de Ángela Peralta a Mazatlán en 1883 para presentar la ópera “Aída”, donde muchos de los tripulantes del barco y miembros de su compañía sucumbieron a la fiebre amarilla, enfermedad que también le arrebató la vida a Peralta el 30 de agosto de ese mismo año, a la temprana edad de treinta y ocho años. La soprano mencionó el matrimonio de Peralta en artículo mortis con Julián Montiel, tesorero de su compañía, poco antes de su fallecimiento.
Para culminar el concierto, Vanessa Gama interpretó un aria de “Lucia di Lammermoor” de Gaetano Donizetti, la ópera que Ángela Peralta interpretó en 166 ocasiones. La soprano ofreció un contexto sobre la escena, donde Lucía, sumida en la locura, narra visiones fantasmales y la transformación del agua en sangre. Este fragmento operístico, conocido por su dificultad técnica y dramática, exige a la soprano una impecable coloratura. Vanessa Gama atrapó al público al agrandar sus ojos e interpretar con una profunda inmersión en el estado mental del personaje para transmitir la perturbación de Lucía.
El recital fue una clara demostración del compromiso de Vanessa Gama (22 años) y Elías Esparza (19 años) con la difusión del legado de Ángela Peralta. Ambos artistas destacaron la importancia de dar a conocer la vida y obra de este “ícono de Mazatlán”, cuya figura da nombre al teatro donde se llevó a cabo el emotivo homenaje.
Vanessa Gama, quien se gradúa este año de la Licenciatura en Canto en la Escuela de Música y Canto de CULTURA, expresó su privilegio de celebrar su graduación con este concierto tan significativo.
Entre los asistentes al recital se encontraban figuras importantes para la formación de Vanessa Gama, como el Maestro Enrique Patrón De Rueda, a quien debe gran parte de su educación en el canto lírico y quien ha sido fundamental en su ascenso en los escenarios. También estuvo presente el Director General del Instituto Municipal de Cultura, Raúl Rico González, a quien la soprano se dirigió para agradecerle todo el apoyo recibido de la institución.
Al finalizar el emotivo concierto, y para conmemorar el natalicio de “El Ruiseñor Mexicano”, la audiencia y los artistas unieron sus voces para interpretar las tradicionales “Mañanitas”, sellando así una noche de profunda admiración y respeto por el legado de Ángela Peralta.